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La póliza de salud garantiza la asistencia sanitaria y quirúrgica establecida en el contrato una vez se haya transcurrido el tiempo estipulado desde la contratación de la misma al momento de la prestación de los servicios. El asegurado podrá acudir a cualquier centro hospitalario o consulta médica que tenga acuerdo con la aseguradora sin tener que reembolsar ninguna cantidad pues, una vez pagadas las cuotas del tiempo establecido, es la aseguradora quien paga al prestador de servicios.
Las ventajas de contratar una póliza de salud es que se puede recurrir a varios servicios médicos y estos se coordinarán entre sí. Por otra parte las esperas no son tan largas como en los servicios de la Seguridad Social.
Algunas compañías ponen como condición para ser beneficiario de la póliza de salud el copago, esto consiste en abonar una cierta cantidad de dinero cada vez que se utilicen los servicios médicos. La finalidad es concienciar del uso de los servicios sanitarios y al mismo tiempo disminuir la cantidad anual a pagar por el seguro médico.
Según la compañía y la cantidad de la prima anual a pagar y los servicios prestados el precio del copago varia considerablemente pudiendo ser el mínimo 1,50 euros. Este tipo de seguros es conveniente para las personas que acuden poco al médico.
